Sociedades científicas advierten sobre deterioro en acceso, condiciones laborales y sostenibilidad

A través de un análisis técnico y colectivo, diversas organizaciones médicas y científicas advirtieron sobre fallas estructurales que amenazan la calidad de la atención, la estabilidad del talento humano y la viabilidad financiera del sistema.

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En medio de un contexto de incertidumbre normativa y creciente descontento ciudadano, las principales voces del sector salud colombiano han elevado su tono para denunciar una situación crítica.

El incremento dramático de reclamaciones, el persistente deterioro de las condiciones laborales del personal sanitario, la insuficiencia de los recursos financieros y las dudas sobre el nuevo modelo de atención planteado en un proyecto de decreto, fueron los ejes centrales discutidos por la Mesa de Crisis.

La cita, convocada por la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, no solo evidenció los retos actuales, sino que dejó un llamado contundente a las autoridades: el sistema necesita ajustes urgentes, incluyentes y técnicamente sustentados.

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Reclamaciones ciudadanas: un reflejo del deterioro del acceso

Uno de los indicadores más alarmantes expuestos en la Mesa de Crisis fue el incremento del 49,7 % en las reclamaciones ciudadanas ante la Superintendencia Nacional de Salud, pasando de 119.787 a 179.346 casos entre marzo de 2024 y marzo de 2025.

Las barreras de acceso a tecnologías y servicios concentran la mayor parte de las quejas (165.989), seguidas por dificultades administrativas (10.461), problemas en la atención (2.777) e inconformidades con la infraestructura (119).

Este aumento sostenido refleja un deterioro progresivo en la experiencia del usuario, afectando la confianza ciudadana y poniendo en tela de juicio la capacidad del sistema para garantizar el derecho fundamental a la salud. La legitimidad del modelo de aseguramiento se ve comprometida ante la falta de respuestas efectivas y oportunas.

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Talento humano en salud: precariedad que persiste

Pese a los múltiples pronunciamientos públicos en años anteriores, las condiciones laborales del personal sanitario continúan marcadas por la precariedad. La Mesa de Crisis denunció la persistencia de contrataciones por prestación de servicios, falta de pagos oportunos, jornadas extenuantes y ausencia de garantías básicas como afiliación completa a seguridad social y descanso adecuado.

Además del impacto en los derechos laborales, estas condiciones influyen directamente en la calidad de la atención. La salud mental de médicos, enfermeros y demás profesionales se ve deteriorada, lo que redunda en un desempeño afectado y, por ende, en una atención menos segura y efectiva para los pacientes.

La UPC no alcanza: insuficiencia financiera reconocida por la Corte

A nivel estructural, el problema de financiamiento fue otro de los focos centrales del encuentro. En el Auto 007 de 2025, la Corte Constitucional reafirmó que la Unidad de Pago por Capitación (UPC) es insuficiente para cubrir el Plan de Beneficios en Salud. Según la Sala Especial de Seguimiento, este desbalance amenaza la garantía del acceso efectivo y constituye una grave afectación al derecho a la salud.

La advertencia de la Corte no es menor. La falta de ajuste en la UPC frente a los costos reales del sistema pone en riesgo la operatividad de prestadores y aseguradores, mientras se incrementa la presión financiera sobre las entidades territoriales y los hospitales públicos.

Un nuevo modelo de atención en discusión: ¿avance o retroceso?

Durante la sesión, también se discutió el proyecto de decreto que modificaría la Parte 11 del Libro 2 del Decreto 780 de 2016, con el propósito de instaurar un modelo preventivo, predictivo y resolutivo.

Aunque las sociedades científicas coincidieron en la necesidad de fortalecer la salud pública y la atención primaria, el documento fue objeto de fuertes cuestionamientos técnicos y jurídicos.

Riesgos en el aseguramiento

El proyecto plantea disposiciones que podrían entrar en conflicto con leyes vigentes como las 1122 de 2007 y 1438 de 2011, al introducir cambios sustanciales al régimen de aseguramiento sin el debido debate legislativo. Esto genera incertidumbre jurídica y operacional para los actores del sistema.

Asociaciones territoriales obligatorias

El decreto propone esquemas asociativos obligatorios entre entidades territoriales, contraviniendo el principio de voluntariedad consagrado en la Ley 1454 de 2011. Esta imposición, sumada a la falta de evaluación de capacidades locales y ausencia de recursos claros, podría generar fallas graves en la implementación.

Ambigüedades en el financiamiento

El texto tampoco detalla con precisión las fuentes de financiación para las metas propuestas, muchas de las cuales no están directamente asociadas a servicios o tecnologías en salud. Asimismo, se advierte un posible uso indebido de la UPC, lo que podría derivar en un desvío de recursos y comprometer la sostenibilidad del sistema.

Llamado a la participación y al fortalecimiento institucional

Ante este panorama, las organizaciones participantes solicitaron de forma unánime al Ministerio de Salud abrir canales efectivos de diálogo antes de continuar con el trámite administrativo del decreto. Reclamaron una participación activa y sustantiva, más allá de los espacios formales y administrativos, para construir una normativa con base en el conocimiento técnico, el respeto jurídico y el consenso sectorial.

Compromiso ético con la salud de los colombianos

Finalmente, la Mesa de Crisis reafirmó su compromiso con la defensa del derecho a la salud, la dignidad del talento humano y la sostenibilidad del sistema. “Continuaremos trabajando para incidir en la mejora de las condiciones del sistema, y mantendremos una participación en todos los escenarios orientados a construir soluciones”, concluye el comunicado.

El sector salud atraviesa una encrucijada. La oportunidad de construir un nuevo modelo más justo, eficiente y sostenible depende, en buena medida, de que el diálogo técnico prevalezca sobre las decisiones unilaterales. Las sociedades científicas han levantado la voz; ahora, el reto está en escuchar, actuar y transformar.